Preservando los alimentos

alimentos, salud,
Spanish

Probablemente después de las cenas de fin de año tengamos el refrigerador lleno de pavo, jamón, rosca, arroz con guandú y otras delicias que usualmente se preparan para la época. Muchas de nosotras optamos por guardar estas comidas en envases plásticos, ya sea para prolongar su vida útil o bien, para luego disfrutar de ellos. Tal vez hasta se conviertan en nuestras próximas cenas o almuerzos, en caso de que no tengamos tiempo de preparar alimentos frescos.


Pero nos hemos preguntado ¿qué consecuencias en nuestra salud puede traer recalentar comidas? Según estudios científicos, provenientes de Suiza y Rusia, los alimentos cocidos en microondas deterioran significativamente los valores nutritivos de los alimentos, haciendo que los mismos se destruyan formando compuestos dañinos para nuestro organismo.


Algunos de los signos que mostraron las personas que participaron en el estudio fueron: disminución de la hemoglobina, aumentos de glóbulos blanco (sucede ante una infección), aumento de colesterol malo y aumento de agentes carcinogénicos.


Alternativas saludables

  • Asegúrate de que el envase sea apto para microondas: no es que no podamos calentar alimentos en el horno, sino que tenemos que asegurarnos de que tengan un diseño que permita la ventilación. Marcas como Rubbermaid ofrecen al mercado una gama de productos diseñados para la conservación de los alimentos y la organización del hogar. 
  • Cuando cocinas: al preparar platillos con salsas, prefiere dejarlos con un poco más de agua de lo usual. Ya que cuando los calientes esta se evaporará y permitirá un mejor calentamiento de las comidas. 
  • Al calentar: alimentos como carnes, pescados o vegetales, procura cortarlos en pequeños trozos, ya que permitirá que la cocción sea uniforme.
  • Revisión: una vez dentro del microondas y puesto en funcionamiento, mezcla los alimentos cada medio minuto, para así asegurar que se caliente completamente.
  • Almacenamiento: una duda que siempre surge es cómo guardar esas raciones de más que se han preparado y nadie se ha comido. Lo ideal es recurrir a envases de plástico limpios y colocarlos lo más lejos posible de fuentes de contaminación.

Lo más importante en estas fiestas es el sentido común, si vemos una coloración, olor o textura extraña, es mejor que desechemos los alimentos para así evitar enfermedades o infecciones gastrointestinales.

Â