1. Usa un rallador de ajos

Si quieres sacar todo el sabor de los ajos, no los cortes o piques. Simplemente rállalos, así obtendrás pedazos pequeños que se infusionaran con la comida, sobre todo con la mantequilla y el aceite de oliva.

 

2. Agrega mucha sal

Al hervir agua para cocinar pasta, agrega una cucharada por cuatro tazas de agua. ¡Esa es la medida perfecta!

 

3. No tengas miedo de usar tomates enlatados

Muchos de los cocineros italianos prefieren usar tomates enlatados porque conservan el sabor más que los frescos. Es una buena idea mantener unas latas cerca para hacer platos como: Pasta a la puttanesca y salsa hecha en casa. 

 

4. Cocina las albóndigas de carne en su salsa

El secreto para hacer unas albóndingas (haz click para una receta) es primero dorarlas en la sartén con aceite de oliva, no te preocupes sino se cocinan por dentro. Luego agrega la salsa de tomate y deja de que se cocinen del todo. Así los sabores se unen y las albóndigas se tornan llenas de sabor. 

 

5. Escoge tu pasta de acuerdo a la salsa

Las formas de las pastas no son iguales, por eso es importante escoger la adecuada. Por ejemplo, prueba un pesto con fusilli o spaguetti con carbonara.