¿Cómo fue tu primer acercamiento en la cocina? 

Uno de mis primeros recuerdos en la cocina fue cuando me enseñaron a hacer arroz, pero en ese entonces mis prioridades eran distintas y preferí  ver mi programa de televisión favorito (Cebollitas). En plena lección me encontré con un concolón negro al fondo de la paila y una buena regañada. 

 

¿Siempre supiste que serías chef?

Mi padre me cuenta que desde los tres años le manifesté que quería ser Chef. Creo que la mejor manera de describirlo es que siempre estuve atraída a hacer algo relacionado con el arte. Me pareció que la gastronomía era un encaje perfecto, porque más allá de lo que se puede hacer con la comida está lo que ella transmite y los sentimientos que logra evocar. 

 

¿Qué sabores te traes de tu experiencia en Australia?

Me traje toda esa diversidad cultural a la que los australianos no tienen miedo de experimentar, mezclar y compartir,  que  se traduce en lo que comen: comida thai, de Etiopía, de la India, italiana, francesa, mexicana, de Laos y España. 

 

¿Cómo se dio tu entrada a Humo?

Todo ocurrió de manera muy casual. Conocí a Mario Castrellón a través de Alberto Bermúdez quienes en ese entonces estaban por abrir Café Unido. Estaba recién llegada a Panamá y la idea de trabajar con Mario me emocionó de inmediato. Me ofrecieron una posición en el café, pero mientras lo terminaban estuve en Maito por un mes y durante ese tiempo se abrió la vacante para chef de Humo y no pude rechazarla.

 

¿Lo mejor que has aprendido de Mario Castrellón?

De Mario Castrellón he aprendido que el éxito viene con trabajo arduo. Vivo preguntándome cómo le alcanzan las horas en el día para todo lo que hace. También el respeto al producto y la importancia de conocerlo para sacar su mejor provecho. 

 

¿Cuál sería el próximo paso en tu carrera culinaria?

Me gustaría compartir mis conocimientos y experiencias culinarias a través de talleres y continuar viajando para conocer, aprender y expandirme.

 

Además de tu talento, ¿qué crees que te ha ayudado a llegar hasta este punto en tu profesión?

La perseverancia es clave en esta profesión. Es una carrera en la que se sacrifica mucho, pero de la misma manera te da y te llena. También es muy importante la disciplina y lo que nunca puede faltar: el amor al arte.

 

¿Qué sabores rescatas de la cocina panameña?

Me apasiona nuestra influencia afro, caribeña y asiática.

 

¿Ha cambiado la percepción de la mujer en la cocina?

De cuando empecé hasta ahora he notado cambios, me tocó difícil al principio. En mi camino encontré algunos chefs con la mentalidad de que la gastronomía era una profesión exclusiva para hombres y que las mujeres no teníamos lugar en la cocina que no fuera la de nuestra casa. Pero poco a poco y con el esfuerzo de muchas mujeres trabajadoras y brillantes nos hemos abierto paso y posicionado con mayor igualdad en este campo. Aún hay mucho más por hacer, pero nos estamos abriendo paso.

 

¿Cómo las lectoras podrían agregarle más sabor  a la comida?

Lo más importante es siempre utilizar ingredientes frescos y de temporada para que estén en su óptimo. Hierbas frescas, especias y cítricos. Guiarse por sus sentidos, en especial aprender a apreciar los aromas.