La cena con tus amigos de infancia, la mega fiesta del trabajo, las reuniones familiares y ni hablar de las interminables semanas de amigo secreto con sus detallitos dulces… Sí, parece que se nos viene encima una avalancha de postres a los que quizás no nos sentimos preparados para decirles 'NO'.

No nos engañemos, a lo largo del mes de diciembre tenemos a nuestro “fácil y rápido” alcance muchas opciones dulces. Incluso, en los supermercados, prácticamente están en cada pasillo... Es como si se tratara de un mensaje subliminal que dice “cómpranos”. 

La buena noticia es que no necesariamente tienes que renunciar a la tentación, más bien debes controlar el pecado.

Motivos para no excederte 

Podríamos hablarte directamente de lo malo que es el azúcar, o sea, más de lo mismo... pero vamos, ¡es Navidad! Hay caras de niños  felices, ambiente de alegría, mucha  armonía y ansias de disfrutar. Sin embargo, tenemos que aterrizar en la realidad,  y es que esto es un tema de sumatorias y restas, por eso enfoquémonos en que los postres aportan muchísimas calorías que en algunos casos pueden ser muy vacías. 

Las calorías vacías son aquellas que están presentes en alimentos que son muy densos calóricamente, pero muy pobres en nutrientes que aporten beneficios al cuerpo humano.

Al consumir muchas dulces, y por ende demasiadas calorías (unidad de medida de energía que aportan los alimentos), no necesariamente nos sentiremos realmente satisfechos, activos, nutridos ni nada que se le parezca. 

¿Por qué no debes excederte? Te enlistamos algunas razones:

Con el exceso puedes crear un aumento de peso corporal, que no representa músculo sino grasa. 
En un mes de ricos postres puedes llegar a crear el hábito poco saludable  de ingerir alimentos con sabor muy dulce. El motivo está relacionado a la capacidad que tiene el azúcar de  desarrollar adicción, y créenos, no es tan fácil deshacerse de la costumbre. 

¿Te imaginas echar a perder todo un año de esfuerzo por mejorar tu estado físico y de salud por algo que puedes controlar? Suena poco alentador ¿No crees? Además, si tienes diabetes mellitus o algún otro tipo de alteración y estás llevando un tratamiento, es posible que se retroceda un gran tramo, y ya sabes,  habría que volver a empezar.  
Como dicen por allí, después del gusto viene el disgusto, pero en nuestro caso sería el estrés acompañado de remordimiento, sentimiento de culpa y fallidos intentos por perder rápido lo que ganamos en diciembre. 

Cómo hacerlo

Esperamos haberte convencido. Ahora, ¡toma nota!
Ciertamente, no es el hecho de comer un postre, más bien es la cantidad y la frecuencia con la que los comamos lo que hará una diferencia entre sí afecta o no tus parámetros de salud. 

Algunas estrategias que puedes seguir son: evitar comer varios postres durante el día y todos los días, y preferir porciones pequeñas (1 a 2 onzas). También es ideal mantearse  activo y quemando esas calorías adicionales, ya sea bailando o realizando ejercicios con regularidad; evitar la acumulación de postres en casa, y si sobran, procurar repartirlos.

Contando calorías

• Para adquirir autoridad ante el tema debes tener algo muy importante: conocimiento. A continuación te mostramos las calorías de los postres más comunes en esta época:
• Turrones, entre 25 a 30 gramos contienen 120 calorías.
• 100 gramos de almendras confitadas, esas de colores, pueden aportar hasta 400 calorías.
• El rey de estas fiestas, el dulce de frutas, tiene 360 calorías en una rebanada de aproximadamente 35 a 40 gramos.  
• Los bombones de chocolate rellenos de crema son una delicia, pero piénsalo bie, porque 6 unidades pueden aumentar unas 200 calorías a tu ingesta del día.  
• Las frutas deshidratadas como los higos, pasas y duraznos  combinados con frutos secos suelen tener muchas calorías concentradas, aproximadamente 100 calorías en 2 cucharadas.
•  Las galletas con motivos navideños son muy atractivas, sin embargo, sus calorías también cuentan. En 100 gramos aportan hasta 400 calorías, esto es equivalente al tamaño de las mismas. 

Nuestro deseo para ti en esta Navidad, no es que te reprimas, más bien es que disfrutes; pero te aconsejamos hacerlo con moderación para que todo siga bajo control y perfecto equilibrio.0