Consejos para comer 'a lo panameño' sin perder la línea

Foto: El perro viajante
Spanish

En este mes de la patria para muchos el amor por la misma se siente y se vive a flor de piel demostrándolo en muchas formas; algunos desfilan con orgullo, otros entonan melodías folclóricas, quizás muchos visten los colores de la patria y otros la viven y saborean desde la cocina, ¡sí! , ya sea en reuniones familiares o de amigos, un buen platillo panameño que demuestre nuestra cultura no puede faltar. 


Con un buen arroz con guandú, unas torrejitas de maíz nuevo o un bollo preñao… seguro se nos hace agua la boca, y es que cómo evitarlo con tantas delicias, pero cuando regresamos a la realidad (fin de las fiestas) y nos pesamos, allí experimentamos unas libras de más. 

Es cierto que nuestra cultura alimentaria además de envolver sabor también tiene algunos extras de calorías, especialmente provenientes de grasas y carbohidratos. A veces resulta difícil cambiar esto, pero lo que sí podemos moderar es la forma en que la comemos para evitar un desenlace trágico con la pesa a final del mes. 

Apuntale a las porciones: sabemos que todo está rico en el menú tradicional, sin embargo, la cantidad si hace la diferencia. Puedes disfrutar sin excesos, por ejemplo: en lugar de elegir comer 3 o 4 hojaldres o tortillas, puedes limitar a 2 unidades, de este modo, estas ahorrando calorías. 

Otro ejemplo puede ser el clásico arroz con pollo y ensalada de feria, casi un delito para la nutrición pero un pecado no comerlo en esta forma, así que la solución que proponemos es “medir las cantidades”, y es que combinar las papas y el arroz en el mismo plato hace una combinación de carbohidratos poco favorable para el control del azúcar en sangre, sin embargo, si procuramos porciones modestas, no pasa nada. Ejemplo de esto seria, una y media taza de arroz con pollo + una taza de la ensalada, además procurar que el arroz si lleve “chécheres” (abundantes vegetales y pollo).

Ojo como combinas el plato: otra forma de controlar lo que come es identificando el nivel de carbohidratos y proteínas en el mismo. Te damos algunos ejemplos:

  • Sancocho con arroz: procure siempre incluir una buena porción de pollo y limitar el ñame a unos 2 a 3 pedazos pequeños, ya que al igual que el arroz son carbohidratos.
  • Tamal: de igual forma, asegurarnos de una buena porción de “presa”, y si nos sale una sorpresa (una presa pequeña o inexistente) procurar añadirla a la comida para que sea completa.

Al servir el plato debemos procurar no excedernos de 2 a 3 porciones de carbohidratos, el resto del plato debe tener alguna proteína (ropa vieja, pescado frito o a ala plancha, lechona asada, u otro) y procurar algo de vegetales. 

Adicional a esto, una buena estrategia es seleccionar los carbohidratos, entre fritos y no fritos; aquí lo que debemos hacer es elegir un solo carbohidrato frito y no todos de la misma preparación, por ejemplo en un desayuno:

En lugar de elegir carimañola, tortilla frita y lechona frita (observe que todo es frito), podría elegir, hojaldre, bollo y carne asada.  

Elija bien la fritura: ¿había notado que algunos carbohidratos absorben más aceite que otros?, esta puede ser una medida de selección, si ahorramos grasa, ahorramos calorías; los que más absorben aceite al freírlos suelen ser los derivados del maíz, la papa y la yuca, por el contrario los patacones por ejemplo suelen absorber mucho menos. 

Haga un recuento del día: entre lo que bebe y come, porque las bebidas si cuentan y añaden calorías provenientes del azúcar principalmente, en este caso procure una porción más pequeña de las bebidas y prefiera los cítricos, si es posible endulzados con azucares más naturales como la raspadura o la miel.

Al llegar la noche puede hacer un repaso mental o escrito de lo que ha consumido y evaluar si puede mejorar para el siguiente día.


Por último, recomendamos siempre que sea posible hacer estas preparaciones en casa de este modo es posible controlar muchos aspectos desde los ingredientes  y el cuidado especial que se le da a la preparación.