Por: Sara Saldarriaga
Nutricionista y Dietissta
@NutricionYEquilibrio

¿Es posible que de una raíz podamos obtener muchos beneficios para la salud humana? La respuesta es sí. La cúrcuma, familia del jengibre, se conoce en todo el mundo gracias a sus propiedades curativas.  La planta es una exótica especia, cultivada en abundancia en el suroeste de Asia, y tiene un papel muy importante en la cocina tailandesa, china, iraní e india. 

La cúrcuma se ha utilizado por siglos como tratamiento alternativo a diferentes enfermedades. Lo que la hace tan especial es una sustancia llamada “curcumina”, un polifenol de color anaranjado, que ha sido estudiado exhaustivamente durante los últimos años, y cuya utilidad en el tratamiento y prevención de enfermedades ha sido demostrado.

Acciones terapéuticas

Son diversos los estudios que demuestran las propiedades curativas (que algunos consideran milagrosas) de la cúrcuma. 

Enfermedades inflamatorias.

Una revisión literaria a una serie de estudios encontró resultados similares en 8 ensayos, en los cuales se utilizó  cúrcuma para tratar la osteoartritis de rodilla. Se evidenció que los efectos de la planta eran similares a los antiinflamatorios e incluso a la glucosamina (aminoácido utilizado en la regeneración del cartílago). El beneficio antiinflamatorio de la cúrcuma es útil, no solo para la osteoartritis, sino también para el tratamiento de otras enfermedades como las autoinmunes, digestivas, respiratorias e incluso diabetes, síndrome metabólico y las cardiovasculares.

Curación y belleza de la piel.

Tres tipos de estudios demostraron la acción antimicrobiana y antiinflamatoria en la piel cuando se utilizaba la cúrcuma tanto tópica como ingerida. Algunas de las enfermedades cutáneas en las que se observó mejoría fueron acné, psoriasis, dermatitis atópica, vitiligo, alopecia y fotoenvejecimiento facial. En total, el 56% de los estudios presenció una mejora en el tratamiento con cúrcuma.

Capacidad antioxidante.

Esta propiedad se le otorga a la raíz debido a su facilidad de inhibir la acción de radicales libres en nuestro cuerpo y aumentar la acción de enzimas, incluso de aquellas desintoxicantes del hígado y riñón, actuando  como anticancerígeno en el cuerpo.

Otras cualidades.

Hay hasta estudios que indican que la cúrcuma ayuda a perder peso, pues limita la extensión del tejido graso. También es un buen descongestionante, que ayuda con la artritis, que puede ayudar a bajar los niveles de colesterol LDL y de triglicéridos en la sangre. 

Fuentes 

Hoy en día podemos encontrar dosis concentradas de cúrcuma en cápsulas. La dosis mínima recomendada para que funcione en el tratamiento de diversas afecciones  es de 400 a 900 miligramos; sin embargo,  la dosis puede variar según la condición de salud. Si la vas a usar en su fuente natural, debes hacerlo con moderación, pues su sabor es fuerte.

Puedes añadirla a  una salsa, ya sea de leche de vaca, de almendras, de coco o yogur griego. También es posible agregarla a un batido, una mayonesa,  un hummus, una ensalada fría de papa, pollo o atún. Y claro que sirve para marinar la carne, el pollo, los mariscos o el cerdo. No hay duda de que la naturaleza nos otorga la solución a muchas necesidades, sobre todo a aquellas que se relacionan con la longevidad del ser humano.